$4,800.00 $3,700.00
1 disponibles
MÈXICO, Ignacio Cumplido, 1868
8º. 1 h., frontispicio (retrato del autor), vii + 757 pp. + 3 láminas sin paginación. Holandesa con puntas, moderna; nervios realzados y tejuelos con títulos dorados en lomo; listón separador de seda roja. Página de título manchada. Algunas manchas de óxido ocasionales a lo largo de textos pero interiores generalmente limpios.
Con Prólogo de José Rivera y Río, El Cerro de las Campanas trata el hecho histórico recientemente ocurrido del imperio de Maximiliano, obra que aparece por entregas entre enero y~junio de 1868.
El autor resalta los hechos de guerra en que participaron los mexicanos que defendían la república y en desprestigio de los actos que realizaron los conservadores y los franceses invasores por sostener el imperio de Maximiliano. Aunque en varias ocasiones Juan Antonio señala que su relato es imparcial y está apegado a la verdad histórica, que conoció de primera mano, de testigos presenciales o directos en los hechos, es indudable que el relato esta plagado de su propio sentimiento. Para manifestar sus ideales políticos, Mateos se vale de varios recursos, como son los personajes reales, es decir, aquellos que realmente existieron y están consignados en la historia; los personajes ficticios, creados por el autor de acuerdo a sus intereses; los documentos históricos que pudo conseguir, como partes de guerra, telegramas, cartas y hasta periódicos de Francia y de México; y finalmente, el recurso de autor omnisciente que domina las acciones de sus personajes y señala lo bueno o lo malo de dichas acciones.
Se trata de una historia que cuenta las andanzas de Pablo Martínez, guerrillero que se une a la causa republicana frente a la intervención y el imperio. En la novela se entrelazan historias de amor aparentemente irrealizables, como las que sostienen los personajes Eduardo Fernández y Luz Fajardo, así como las jornadas históricas vertidas en los campos políticos y militares. Aparecen también los personajes importados de la vida real que fueron rescatados y revalorados en el discurso patriótico-literario. Tal fue el caso de Nicolás Romero, Juan Antonio Mateos reconoció en él a un hombre poseedor de características que sólo los elegidos podrían tener, en Romero había, además, otro aspecto que lo hizo ejemplar: su martirio (fusilamiento) en nombre de la nación y a manos de extranjeros sin escrúpulos y con afán de infundir terror. El autor pareció darle algún crédito a Maximiliano, al reconocer el estoicismo con el que enfrentó al pelotón de fusilamiento.
Las ilustraciones de la novela estuvieron a cargo de Constantino Escalante, quien participó con tres dibujos, el trabajo litográfico fue realizado por Iriarte y Compañía y editado por la imprenta de Ignacio Cumplido. El libro contiene una cuarta litografía titulada “El cerro de las campanas”; ésta fue firmada por G.G. Dante, artista del que lamentablemente no tenemos mayores datos.
J. Mateos fue un dramaturgo, novelista, poeta, periodista y político mexicano de ideología liberal.