$1,200.00
México, Rosa Ma Porrúa Ediciones.
4º. (31 x 22 cm.) [2] h. En carpeta rústica de amate. Papel tratado artesanalmente para adquirir textura y apariencia antiguas.
Las solicitudes hechas por las autoridades eclesiásticas y civiles de la Nueva España, por establecer en la Ciudad de México una universidad de estudio de toda ciencia, donde pudieran asistir los hijos de españoles y naturales, para que se pudieran ocupar en ejercicios virtuosos y no a la ociosidad, fueron finalmente escuchadas por la Corona de España, quien concedió la fundación de la Universidad de México por albalá el 21 de septiembre de 1551.
Cédulas otorgadas por el rey Felipe II —en nombre de Carlos V— en 1551 para la fundación y ordenamiento de la institución. Este documento da cuenta de la formalización de los estudios universitarios en territorio novohispano.
La Real Universidad de México se estableció a semejanza de la Universidad de Salamanca, aunque con sus limitaciones; por ejemplo, no contaba con jurisdicción propia y no tenía el privilegio de no pechar (pagar tributos al Rey), por parte de sus graduados.
En el documento se señala que el rey –el fundador–, tenía derecho de patronato. El derecho de patronato le daba la autoridad de dictar los estatutos para el régimen interno. A pesar de ello la Real Universidad de México, siempre se mantuvo ligada a la Corona Española a través del Consejo de Indias; o bien, por los virreyes y los oidores de la Real Audiencia. Asimismo, la cédula establece que el sostenimiento de la corporación dependía del subsidio anual que le concedía la merced real de 1,000 pesos oro anuales, para el mantenimiento de la institución.
La Real Universidad de México no sólo se inauguró como la corporación que otorgaba grados, sino que también se abrió al estudio de diversas ciencias como: Artes, Medicina, Derecho Civil, Derecho Canónico y Teología
Documento facsimilar cuyo original se encuentra en el Archivo General de la Nación (AGN).
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