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“Tesoro para las clases poco acomodadas; para los agricultores, artesanos, viajeros, literatos, estudiantes, comerciantes, padres y madres de familia, etc. etc.”
México, Vicente García Torres, Editor, 1851-1853
8º. Tres tomos en dos volumenes. TI: 533 pp., vii; TII: 817 pp, vii + tres láminas sin paginar; TIII: 237 pp., iii. Holandesa piel y cartoné de época. Nervios realzados y ornamentos dorados en lomo. Las pastas han sido remplazadas profesionalmente. Interiores muy limpios.
Dentro de los tres tomos, se incluyen 64 tratados de distintos temas como: astronomía, economía, caballos, agricultura, veterinaria, historia, mecánica, acústica, química, geometría, literatura, etc.
En la introducción los editores aclaran que “Cada tratado o manual de los que publicamos es una obra completa, sin más enlace ni unión con los demás que el que tienen todas las ciencias, todas las artes, todos los conocimientos entre sí. Por consiguiente no tienen un orden determinado, pues si bien es cierto, que en las ciencias hay cierto orden o escala también es cierto que este orden no puede ser seguido siempre, especialmente por los hombres consagrados a otras ocupaciones que no tienen tiempo para hacer un estudio completo. Por esta razón, y para evitar hasta donde fuera posible la monotonía, hemos publicado los tratados sin orden, con el objeto de ir satisfaciendo todos los deseos, todos los gustos”. El tomo 1 reúne 20 tratados repartidas en 67 entregas; el tomo 2, 34 tratados en 103 entregas y el tomo 3, 10 tratados en 30 entregas. (Cada entrega consta de 8 páginas impresas a 2 columnas).
La tipografía de Vicente García Torres se encontraba en el ex-convento del Espíritu Santo. El lema de la publicación era: “Utilidad- Instrucción: Recreo”. Contiene escritos de Florencio M. del Castillo, Francisco Granados Maldonado, Francisco González Bocanegra, José Florentino Velasco, José Fernando Ramírez, José María Heredia, Manuel Bretón de los Herreros, Juan Ruíz de Alarcón, Gertrudis Gómez de Avellanéda y José Zorrilla; traducciones de Lord Byron, La Bruyere, Bacon y Confucio. Publicación educativa orientada a todas las clases sociales y económicas, en la que “la utilidad se sobrepone a la amenidad y la variedad [con el fin del propagar la instrucción entre las clases agrícolas e industriales y entre el pueblo en general”. En la introducción los editores señalan que se proponen hacer una revisión de la educación a través de la historia del hombre, en la cual se resaltará la importancia de llegar al conocimiento a través del método experimental, aspecto que distingue a la “verdadera ciencia” del empirismo. El contenido de los tomos 1 y 3 está compuesto por estudios -principalmente de carácter científico- sobre historia natural, antigua y sagrada, química, geografía y astronomía, mientras que el tomo 2 contiene amenidades, estudios sociales, tratados de gramática española, poesía, relatos, economía doméstica, jardinería, agricultura y lo que los editores consideraban “todos los conocimientos humanos”.
En otro orden de ideas, Vicente de P. Andrade menciona que esta publicación apareció en 1852, mientras que Henry Lepidus apunta que desapareció en 1853 al regreso de Santa Anna al poder y con la aplicación de la Ley Lares, que actuó en contra de los periódicos liberales. Tanto Andrade como Lepidus dan el título contraído o bien lo invierten; por su parte María del Carmen Ruiz Castañeda asienta que fue uno de los periódicos más favorecidos por el público porque, tan sólo en la capital de la República, reunió en seis días cerca de mil suscriptores. Ruiz Castañeda indica curiosamente que la duración de la Biblioteca fue solamente de un año y Elsa Barberena señala que se publicó de 1851 a 1852, mientras que La Sociedad (vid. Bib Mex) menciona que apareció de 1851 a 1853.