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“…Escritura otorgada en Madrid, a 29 de enero de 1562 ante el escribano real y público, Cristóbal Riaño”.
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MÉXICO, Secretaria De Hacienda y Crédito Público, 1930
8º. 26 pp. (26 hojas por el frente). Holandesa con puntas. Interiores ligeramente tostados pero muy limpios y conservados; nota manuscrita en encabezado de página de título “Este documento me fue obsequiado por el señor Ing. Enrique A. Cervantes. México D.F. a 31 de enero de 1935. Antonio Fernández…” .
Precede al documento, copia de carta explicativa firmada por Enrique A. Cervantes, en donde explica como en 1901, el Gobierno de México, teniendo conocimiento de que en el Archivo del Hospital de Jesús, entre otros documentos, existía el título de las Mercedes de terrenos concedidas a Hernán Cortés por Carlos V, y un testimonio de la escritura de venta de las casas principales de su Mayorazgo, después Palacio de la Audiencia Real y ahora Palacio Nacional, gestionó le fuera permitido sacar una copia certificada de este último documento. Dicha copia fue paleografiada por D. José María de Agreda y Sánchez, de cuya copia se sacó fielmente la presente.
ANTECEDENTES: En 1529 Cortés nombró como sucesor de su marquesado y mayorazgo a don Martín, el hijo que le dio la marquesa Juana de Zúñiga, estableció la línea de transmisión en caso de que este no tuviese descendencia legítima, la obligación de llevar el apellido Cortés y las armas que lucirían sus herederos.
Desde 1527 que se estableció la primera audiencia de México y luego entre 1531 y 1532 que se estableció el Virreinato de México, ni la primera ni el virrey tenían sede, no tenían edificio, no tenían donde operar.
Hernán Cortés, que aún vivía, los dejó trabajar en sus propios edificios, primero en las Casas Viejas, donde está el Monte de Piedad y después los pasó a las Casas Nuevas.
Felipe II consideró, ya muerto Cortés, que era conveniente que se adquiriera un predio, edificio, terrenos para que se instalara el Palacio del virrey y la sede de la Audiencia Nacional y pidió a Martín Cortés que le vendiera esos edificios. Tras acceder Martín Cortés, la operación se cerró y se formalizó ante la fe del notario Cristóbal de Riaño.
El acta original certificada y autorizada de la escritura de compraventa del edificio donde hoy se ubica Palacio Nacional, en Ciudad de México fue entregada a la Embajada de México en España, en 2012.