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Madrid, José Porrúa Turanzas, 1958. Segunda edición española.
8º. Solo Atlas. 4 h. + 9 Cartas y planos plegados + 8 vistas. Carpeta de cartoncillo que ha sido reparada en el lomo. Las primeras hojas así como las “vistas”, intonsos, sin rastro alguno de uso.
Colección Chimalistac de Libros y Documentos acerca de la Nueva España. Edición de 22o ejemplares. La obra fue publicada por primera vez como “Relación del viage hecho por las goletas Sutil y Mexicana en el año de 1792 para reconocer el Estrecho de Fuca. Con una introducción en que se da noticia de las expediciones executadas anteriormente por los españoles en busca del Paso del Noroeste de la América. De orden del Rey, Madrid, Imprenta Real, 1802”, JUNTO CON “Atlas para el viage de las goletas Sutil y Mexicana al reconocimiento del Estrecho de Juan de Fuca en 1792, Madrid, Imprenta Real, 1802,
A finales del siglo XVIII, y a pesar de los repetidos esfuerzos realizados, no se había podido completar la exploración de la costa noroeste americana y se especulaba aún sobre la existencia de un paso interoceánico a la altura del estrecho de Fuca (entre la actual isla Vancouver y el Continente) y entre los 30’ y 60’ N en el Pacífico septentrional. El reconocimiento pormenorizado de los canales interiores de dicho estrecho era de la máxima importancia política, estratégica y comercial, ya que, de existir, las ventajas para la nación descubridora serían enormes. Secundariamente, se precisaba también recabar información sobre los asentamientos peleteros para una posterior negociación con los ingleses que llevaría a cabo poco después Bodega y Quadra. Ya se habían hecho los preparativos y designado al teniente de fragata Francisco Mourelle como oficial responsable de la comisión, cuando llegaron a las costas mexicanas del Pacífico las corbetas de la expedición Malaspina, decidiéndose asignar a ésta el mandato. Alejandro Malaspina nombró responsables a los capitanes de fragata Galiano y Cayetano Valdés por “las muchas pruebas que tenía de su capacidad en todos los ramos”, y éstos se separaron de su expedición para tomar el mando respectivo de dos goletas construidas al efecto en el apostadero de San Blas de California, la Sutil y Mexicana, en las que embarcaron en Acapulco (8 de marzo de 1792), dotándolas de marinería experta y bajo la dirección de Alcalá Galiano como oficial más antiguo.
Ambos buques llegaron al puesto español de Nutka el 13 de mayo de 1792 y, en la bahía de Núñez Gaona, Alcalá Galiano determinó la longitud del puerto como referencia para los demás, levantando también un plano. La exploración del estrecho de Juan de Fuca comenzó el 8 de junio, terminando el 23 de agosto en el convencimiento de que no se trataba del esperado paso Noroeste de América.
Como fruto de estas exploraciones, escribió Alcalá Galiano una memoria que publicó el Depósito Hidrográfico en 1802 y diversas cartas esféricas de la costa noroeste americana e incluso un vocabulario de la lengua de Nutka. A la expedición acompañó el pintor José Cardero, enviado por el virrey conde de Revillagigedo, quien realizó numerosas vistas de puertos, perfiles de costas y retratos de personajes locales.
Alcalá Galiano se trasladó a México para entregar al virrey una copia de los resultados de la campaña y esperar instrucciones. Consiguió, sin embargo, que su comisión a Fuca se considerase separada de la de Malaspina para poder así proteger mejor sus papeles del secuestro oficial de los demás con vistas a su publicación, lo que llevó a cabo el 29 de septiembre de 1795, misma fecha en que el Consejo de Órdenes aprobaba su solicitud de hábito en la Orden de Alcántara, a la que pertenecían también varios parientes de su mujer.